MARX, NIEZSCHE Y FREUD ¿MAESTROS DE LA SOSPECHA ?

Luis Roca Jusmet

Paul Ricoeur formula en su libro “Freud: una interpretación de la cultura” publicado en
1965, la expresión “maestros de la sospecha” para vincular al fundador del psicoanálisis
con Marx y con Nietzsche. Algo más tarde la expresión será retomado por Michel
Foucault. La idea es la visión crítica que comparte de la idealización eurocentrista del
presente de los ilustrados, positivistas y hegelianos. Cada uno lo hace desde un lugar
diferente, aunque quizás, más allá de las diferencias, puede encontrarse alguna afinidad
o resonancia. Esta es la propuesta, que ha llevado a diversos intentos de complementar a
algunos de los tres implicados, como el freudomarxismo de Marcuse o Castilla del Pino.
O ver en Nierzsche un precedente de Freud, o compaginar a Freud con Nietzsche como
en Norman Brown, o una lectura izquierdista de Nietzsche, como en Bataille o Deleuze.
Intentos fallidos, en algunos casos interesantes.
En todo caso me parece fundamental entender que cada uno de los tres plantea un
diagnóstico que es incompatible con los otros. Marx y Freud se mueven en el
movimiento ilustrado, aunque el primero desde una línea utópica y el segundo
escéptico. Nietzsche, en cambio, es un antilustrado. Marx y Nietzsche plantean
remedios incompatibles entre sí, tanto ética como políticamente. Freud no considera que
haya alternativa a lo que critica, es más bien el precio que hay que pagar por el
progreso, sin ilusiones como la de Marx o delirios como el de Nietzsche. Pero los tres
han tenido una influencia fundamental en un siglo, el XX, que no puede entenderse sin
ellos. Y los tres han dado claves fundamentales para problematizar y entender la
modernidad y nos han abierto horizontes para transitar por ella.